El octavo Barómetro Global de la Corrupción de TI apunta que para los españoles, en una escala del uno al cinco, desde "no es un problema en absoluto" a "es un problema muy serio", la corrupción se dispara hasta el 4,5 %.
En comparación con los datos españoles, el 53% de los 114.000 encuestados en 107 países cree que la corrupción ha empeorado en los últimos dos años y la calificación media del problema que supone esta lacra a nivel mundial se sitúa en el 4,1%.
"En España, día tras día, se ven en las noticias los casos de corrupción", asegura Alejandro Salas, uno de los responsables de TI, que tilda la mayoría de los asuntos destapados de "grandes escándalos".
Los encuestados reparten las culpas de esta situación entre distintas instituciones, pero a su juicio los principales responsables son los partidos políticos y el gobierno.
De hecho, el 83% de los interrogados por la ONG alemana, una referencia en la lucha contra la corrupción, aseguran que los partidos políticos son la institución más corrompida, seguidos por el Congreso de los Diputados, con un 67% y el sector privado, un 43%.
Un 66% cree asimismo que el Gobierno actúa "en gran medida" o "totalmente" guiado por los intereses de grupos de presión y grandes empresas y un 72% tilda al Ejecutivo de "ineficaz" frente a la corrupción.
Salas, que apunta que los españoles tienen "conciencia" de gran corrupción "en niveles más altos" y no tanto en su día a día, intuye en los resultados una especial sensibilidad social derivada de la crisis.
"En España, con el fuerte desempleo y la crisis, se habla más de la corrupción. Antes esto no era un tema porque no se relacionaban los problemas personales con el dinero que se estaba desperdiciando", argumenta Salas.
Según un 72 %, reportar estos delitos económicos "no sirve para nada". Sin embargo, seis de cada diez encuestados confían en que la gente ordinaria tiene poder para cambiar el estado de la cuestión, mientras que el 40% restante cree que no está en sus manos.
El 84% de los interrogados agrega que estaría dispuesto a actuar contra la corrupción: desde el 80% que se muestra dispuesto a firmar una petición al gobierno, al 64% favorable a manifestarse, pasando por el 54 % que denunciaría a través de las redes sociales.