Tras la dimisión de Pedro Sánchez como secretario general del PSOE se abre una nueva incógnita en relación al futuro político que aguarda el país. Y el resto de partidos no ha dejado escapar la ocasión. "Sin duda alguna, hoy más que nunca el PP representa la moderación y la confianza yel trabajo por el futuro de España", ha asegurado la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal.

Con un discurso de garantía de estabilidad, Desde Moncloa insisten en mantener un perfil bajo hasta que se aclaren las intenciones en el PSOE. En Génova no saben si el nuevo escenario facilitará o no la ecuación de la gobernabilidad.

"Me gustaría saber primero quién es el líder socialista; esa sería la primera ecuación a despejar. Si eso no se produce es muy complicado porque Rajoy no tiene un interlocutor", afirmaba el ministro de Exteriores en funciones, José Manuel García-Margallo.

Sin interlocutor y con un PSOE tocado, los populares no descartan, según el diario El Mundo, ni unas terceras elecciones; tampoco, exigirle garantías de gobernabilidad al PSOE si se decantan finalmente por levantar el veto a Rajoy.

Ahora será la gestora quien lidere esa posible abstención, una decisión que tendrá que conseguir el 'sí' de la militancia. "Si se tiene que cambiar esto, nuestra postura sería que hablara la militancia", ha expresado Francesc Antich, miembro de la comisión gestora del PSOE.

Un cambio al que se resiste el PSC, que pide que se mantenga el 'no' a Rajoy. No obstante, a día de hoy esta petición se antoja muy difícil; especialmente, después de los hechos acontecidos en el Comité Federal. Para los líderes de la izquierda ya ha ganado el PP,según expresaron políticos como Pablo Iglesias, Alberto Garzón o Gabriel Rufián a través de Twitter.

Por su parte, desde Ciudadanos piden desbloquear la situación. "Que el PP y el PSOE sean capaces de llegar a un acuerdo de mínimos", ha solicitado José Manuel Villegas, diputado de la formación naranja en el Congreso. Una decisión del PSOE que también tendría que aceptar el ya diputado Pedro Sánchez tras su insistente negativa a Rajoy.