La historia es un poco enrevesada y tiene bastante de película de mafia calabresa. Caso del espionaje en Madrid.  Ese caso en el que se investigaba el espionaje que, con fondos de la propia Comunidad de Madrid, se habría hecho a varios altos cargos precisamente de Madrid: el vicealcalde Manuel Cobo y el Consejero Alfredo Prada. 

Estamos en medio de una batalla dentro del PP, entre aquellos que se posicionaban Esperanza Aguirre, entonces presidenta de la Comunidad, y sus adversarios políticos. Hay un testimonio clave dentro de ese caso. El testimonio de José Manuel Pinto. Este hombre era técnico de seguridad de la Comunidad de Madrid. Es un imputado clave en la causa porque habría tenido conocimiento de esos seguimientos y porque las anotaciones en los partes de seguimiento habrían salido de su mano. Es decir, un hombre cuyo testimonio es sensible. Tan sensible que podría dinamitar la Comunidad de Madrid al demostrar, en su caso, la implicación directa del Gobierno autonómico en esos seguimientos. 

El dario 'El Mundo' ha conseguido en exclusiva una conversación entre el director de la Academia de Policía y el abogado de Pinto. En esa conversación se adivina el soborno. Pinto está anímicamente y económicamente mal. Necesita un trabajo y eso es precisamente lo que le ofrecen, incluso doblándole el sueldo. Trabajo, a cambio de algo, claro. Ese bombazo que podría dinamitar la Comunidad no conviene. El puesto, que ni pintado para él, tiene una contrapartida: el silencio.

Es decir, y aquí viene el intento de soborno. Que Pinto calle a cambio de eso que tanto necesita, un trabajo que además le gustase y mejor pagado.Durante la conversación, Carretero deja caer que al tanto de todo esto está la mano derecha de Ignacio González, El consejero de presidencia, Salvador Victoria. Que es algo así como su mensajero. Y es más, le pregunta si una llamada del propio Salvador Victoria serviría de algo para que Pinto callara. 

Esta conversación a la que ha accedido en exclusiva 'El Mundo' tiene lugar en un restaurante de Boadilla del Monte, en Madrid y no surte efecto. Pinto y su abogado no aceptaron esta propuesta y Pinto fue a declarar dos días después. Frente a la juez dijo que los informes de seguimiento los había elaborado el número dos del equipo de Seguridad de la Comunidad de Madrid, es decir, implicó directamente al Gobierno Autonómico. Por cierto, Pinto, claro, no recibió ese puesto de trabajo en la Academia. Y también por cierto, Agustín Carretero, el hombre que hacía esa oferta, actualmente es el director de Justicia de la Comunidad de Madrid.