Es una cita que sigue juntando a miles de personas de todo el mundo.Para la ocasión, una vestimenta de lo más variada: gorros, pelucas y cualquier tipo de complemento para alegrar la noche. La puerta del sol llena  de gente y aunque es difícil encontrarse, algunos lo consiguen como un joven que eufórico saludaba a un amigo suyo de Sevilla.

Y mientras unos cenan, otros amenizan la espera cántandole al nuevo año. Hasta que llega el momento de las uvas. Concentración, masticar rápido y tras las doce campanadas, gritos de feliz año y buenos deseos para el 2014 y darle una patada a la crisis.

Barcelona sorprendía este año con un gran espectáculo a pie de calle. No faltaron los fuegos, ni tampoco los castellers. Y después, más fiesta, música y muchos baile. Y aunque hay diferentes maneras de celebrar la nochevieja, muchos siguen eligiendo la opción de pasarla con amigos en fiestas grandes.

Año nuevo, vida nueva, hay que celebrar el nuevo año. Algunos aguantan hasta que salga el sol y otros se resisten a dar por finalizada la fiesta. Lo que está claro es que a más de uno le costará levantarse.