Dirigentes del PP y ministros del Gobierno de Rajoy se han mostrado indignados tras las palabras de Pablo Casado en las que se desmarcaba sobre la actuación en el referéndum ilegal del 1-O.

En una entrevista en RAC1 y a las puertas de las elecciones en Cataluña, Casado aseguró que "decidió" personalmente no comparecer ante los medios el 1 de octubre de 2017 como portavoz del partido por estar en desacuerdo con el método usado por el Gobierno para hacer frente a la consulta ilegal.

"Lo que se estaba viendo en la televisión era algo que, en mi opinión, se tenía que haber evitado", afirmó el ahora líder del PP, que apuntaba que las cargas policiales no tenían que haber sucedido. Casado también dijo que no podía negar que la votación se estaba produciendo, pese a no ser válida: "Ni estaba de acuerdo con los que estaban diciendo que se estaba votando en unas elecciones homologables, porque eso no eran unas elecciones homologables; ni estaba de acuerdo con los que decían que ahí no se estaba votando".

Según informa 'El País', estas afirmaciones de Casado no han sentado nada bien a la cúpula del PP de Rajoy, que califica de sorprendente su "giro catalanista". "Aún estoy con la boca abierta y flipada", ha llegado a comentar algún miembro del antiguo equipo del PP que califica de "error" las palabras del actual líder.

Este jueves Casado se ha vuelto a pronunciar sobre el referéndum del 1-O y ha insistido en que "habría que haber evitado el 1-O actuando antes no habiendo llevado las urnas" o "desplegando la policía antes". "Las cosas se podrían haber hecho mejor. No se debería haber votado ni haber llevado a las fuerzas policiales a esos límites", ha señalado en una entrevista en Telecinco.

Dirigentes del PP consultados por 'El País' desmienten que Casado tuviera prevista en aquella jornada ninguna comparecencia como portavoz del partido -y por tanto descartan la posibilidad de que se negarse a hablar-. Además, señalan que tampoco recuerdan ninguna intervención suya -ni pública ni interna- en la que cuestionase la estrategia de Rajoy.