El pleno del Ayuntamiento de Navalcarnero debate un durísimo plan de ajuste. Lo hace a oscuras y sin megafonía, la compañía eléctrica acaba de cortar la luz. La razón, según he explicado el propio alcalde José Luis Adell, "los edificios municipales llevan siete meses enganchados ilegalmente y sin contrato". 

Siete meses en los que los 52 edificios municipales han pirateado la luz, ayuntamiento, biblioteca, comisaria, escuelas... Todo. Los funcionarios han tenido que hacer ejercicio para llegar a sus puestos de trabajo. Los ordenadores tampoco han funcionado, así que muchos no pueden trabajar. Para aguantar el calor, métodos tradicionales. 

Pero la luz no es lo único que lleva meses sin pagarse. El alcalde menciona también "la recogida de basuras, que lleva 19 meses sin cobrar, también la empresa de la limpieza, la empresa del alumbrado público, mantenimiento y suministro..."

También lugares especialmente sensibles, como la residencia de ancianos. Sus inquilinos no han podido comer en ella. Los vecinos tienen claro a quién agradecérselo, a Baltasar Santos, que fue alcalde durante 20 años, hasta mayo.

Gastó decenas de millones en proyectos como una red de cuevas subterráneas, una plaza de toros cubierta para 10.000 personas o en llenar el pueblo de rotondas con estatuas. El agujero que ha dejado supera ya los 200 millones de euros.