Respondió, señaló, confirmó, y justo antes de irse de vuelta a la cárcel, Bárcenas advirtió: "Podría aportar un número muy grande de documentos, pero ahora no lo puedo dar". Lo dice él mismo: todavía tiene munición. Según el periodista Óscar Lopez Fonseca, se trataría de "documentos, agendas, una ingente documentación".
Hasta que no la muestre, ni el juez ni la Policía podrán probar su veracidad, cosa que sí se ha hecho ya con numerosas revelaciones del extesorero. Por ejemplo, la que marca el nacimiento de la contabilidad paralela del PP, el momento en el que su antecesor, Rosendo Naseiro, es detenido por financiación ilegal y le entrega a Bárcenas las llaves de una caja fuerte con 8 millones de pesetas.
La otra gran confesión de Bárcenas fue no había una sola caja B en todo el PP sino varias decenas, tantas como organizaciones provinciales o regionales tiene el partido. Una de ellas, por ejemplo, La Rioja. Desde allí llegaron los 200.000 euros que Bárcenas anotó en sus papeles, que Génova devolvió lavados y a los que Ruz ha dado veracidad: "Hay elementos objetivos que otorgarían coherencia al apunte contable investigado".
Por la hucha en B de Génova entraba y salía dinero no declarado para pagar de todo. Reformas de las sedes, y como también se da por atestiguado, campañas electorales.