Matilda Brunetti, la activista italiana de Greenpeace que resultó herida durante la acción de la ONG que intervino el ejército, salió del hospital en camilla y con la pierna escayolada. "Muchas gracias a toda la gente de Canarias por el apoyo, hay que mantener la lucha contra la prospección", declaró al abandonar el hospital.

Tras ser operada de la fractura de tibia y perone ha abandonado el hospital sin querer responder preguntas y ha cedido la palabra a los portavoces de Greenpeace, que aseguran que no piensan pagar los 50.000 euros con los que les devolverian el barco que permanece retenido en Lanzarote. Además, según anuncia el portavoz de la organización Conrado García, recurrirán la multa de hasta 300.000 euros que podrían ponerles por su acción. 

La ONG ecologista denuncia que ya se ha producido la primera víctima, un cachalote que ha aparecido muerto en la isla de Fuerteventura. Juande Fernández anuncia que "se activa la alarma de vigilancia ambiental. Mientras, los sondeos siguen adelante.