Donald Trump expresó en una entrevista a CNN su malestar por el tono "agresivo" e "injusto" con el que los moderadores del debate sobre las primarias republicanas se dirigieron a él, con "ataques personales directos en mayor cantidad que al resto de candidatos".
Trump y otros nueve aspirantes conservadores a la nominación del Partido Republicano protagonizaron el jueves el primer debate de las elecciones primarias, en el que los moderadores abordaron a Trump con preguntas sobre su supuesta misoginia, sus negocios fracasados y sus lazos con los demócratas.
De Megyn Kelly, la única mujer de los tres periodistas presentes en el debate de Fox, dijo que "podías ver cómo le salía sangre de sus ojos. Le salía sangre de su... donde sea". Se refirió a Kelly como una profesional "sobrevalorada", y en la entrevista calificó las preguntas de los moderadores de "ridículas" y de "fuera de lugar" y les acusó de ensañarse especialmente con su persona.
Fue Kelly quien, en la primera pregunta nada más empezar el debate, le preguntó por sus comentarios irrespetuosos hacia algunas mujeres, a las que ha llamado "cerdas gordas, perras, guarras y animales desagradables", a lo que Trump respondió con un escueto "sólo a Rosie O'Donnell".
En la entrevista de CNN, el magnate neoyorquino puso en duda si volverá a participar en un debate organizado por Fox en el futuro, y criticó que la cadena de tendencia conservadora fuese "injusta" con él, pese a que gracias a su participación obtuvo "los mejores resultados de audiencia".
El debate del jueves fue, con 24 millones de telespectadores, el más visto de la historia para unas primarias presidenciales en EE.UU., gracias, en gran medida, a la insólita expectación que despierta el fenómeno Trump.
La dureza empleada por los moderadores de la Fox con Trump, que lidera todos los sondeos republicanos, llevó a varios de sus defensores a emprender una campaña contra la cadena de televisión en las redes sociales, e incluso llamaron a boicotearla por su cobertura supuestamente "sesgada".