La trabajadora social Christiane Ebrahimian ha perdido su puesto laboral en Francia por haberse negado a quitarse el velo o niqab que le cubre completamente la cara en su puesto de trabajo.

Desde 2014, el gobierno francés prohíbe el uso de este tipo de velos, como de cualquier otro símbolo religioso ostentoso, en un puesto de trabajo público, algo que ha ratificado el tribunal de Estrasburgo.

Para acudir al tribunal europeo, Christiane ha tenido que agotar todas las vías legislativas en Francia, algo que ha extendido el proceso 15 años, ya que el despido se produjo en el año 2000. La resolución llega dos semanas después de los atentados en París, por lo que ha tenido una mayor repercusión.