Los restos del exdictador argentino Rafael Videla, fallecido a los 87 años en la cárcel donde cumplía cadena perpetua, fueron trasladados a la Morgue Judicial del Cuerpo Médico Forense de Buenos Aires donde se le practicará la autopsia.
El cuerpo del exdictador fue llevado en un furgón desde el complejo penitenciario de Marcos Paz, donde permanecía internado, hasta la morgue porteña, una vez tramitada la orden judicial federal que autorizaba su traslado.
Aunque la familia se ha mantenido en absoluto silencio y se desconoce la fecha y el lugar de su entierro, medios oficiales confirmaron que será sepultado sin honores, de acuerdo a la actual legislación argentina.
Videla, protagonista de los años del terror de la dictadura militar argentina (1976-1981), falleció este viernes, solo, y en la prisión donde cumplía condena por crímenes de lesa humanidad.
Su muerte ha provocado una reacción prácticamente unánime entre los grupos de derechos humanos de Argentina, que saludaron su condena y su encarcelamiento, aunque no dejaron de recordar que se lleva a la tumba valiosa información que habría permitido avanzar en la identificación de víctimas de la represión.
El Gobierno de Cristina Fernández ha destacado el hecho de que muriera "preso, juzgado por una Justicia de la democracia y condenado por genocidio".