"No soy un héroe, sólo trato de hacer lo correcto". No piensa lo mismo la dirección del centro, que ha decidido no renovar su contrato en abril. Esta semana la policía ha arrestado a Dariel por agresión después de tener otra bronca con un cliente.

Dos mujeres están furiosas con el guardia de seguridad por haberlas expulsado de este centro comercial. La paciencia de Darien termina cuando una de ellas le golpea. Desenfunda su pistola de descargas y la inmoviliza ante los gritos de sus hijos.

Darien presumía de querer limpiar de pequeños criminales esta galería comercial de Atlanta: "Quiero acabar con los vendedores de droga, los ladrones y los alborotadores".

Llevaba una cámara acoplada en el chaleco antibalas y subía a Internet los momentos más conflictivos de su trabajo. Aquí le vemos separando a dos chicas que se estaban pegando.

El centro pertenece a un barrio muy conflictivo donde los trapicheos y la violencia son habituales. Los comerciantes reconocen que antes de que le contrataran había menos robos en el centro, pero algunos creen que ha llevado su papel de justiciero demasiado lejos. No sólo con la pistola electrica, sino llegando a apuntar con su revólver.