El agente de Policía Steve Dunham encontró a un menor de siete años tratando de vender su osito de peluche para poder calmar su hambre. El agente y el niño "rezaron y cenaron juntos". Sus padres, Tammy y Michael Bethel, han sido acusados de poner en peligro al menor, después de que los investigadores encontraran a otros cuatro niños más mayores viviendo entre botellas de licor, basura, orina de gatos y cucarachas.
Según ha informado 'NyDailyNews', la madre de los niños, Tammy Bethel, ha negado las acusaciones a través de un comentario en la página de Facebook del Departamento de Policía de Ohio. De momento, un juez ha alejado al menor y sus cuatro hermanos del matrimonio Bethel y ha ordenado que no mantengan ningún contacto. La pareja se enfrenta a cargos de maltrato infantil.
El departamento de policía cuenta que una iglesia local, San Vicente de Paul, está aceptando donaciones de dinero para ayudar a los niños involucrados en el caso.