El fallo alimentario se produce apenas un mes después del hallazgo de carne de caballo en hamburguesas de vacuno y a los britanicos les han vuelto a dar 'gato por liebre' o, en este caso, carne de cerdo por carne 'Halal'.
Tras el escándalo de las hamburguesas de caballo, ahora explota la crisis porcina. La Agencia de Seguridad Alimentaria ha detectado dentro del menú de varias prisiones trazas de cerdo en productos etiquetados como 'Halal'.
Decenas de pasteles de carne y empanadas, específicos para presos musulmanes, han resultado estar contaminados por el ADN de un animal cuyo consumo está expresamente prohibido por el Corán.
El incidente vuelve a poner en alerta al Minsiterio de Sanidad británico ante la evidente falta de controles alimentarios.
Steve Wearne, director Agencia de Seguridad Alimentarias ve "totalmente inaceptable que personas hayan comido sin saberlo alimentos prohibidos por sus creencias y es responsabilidad de la industria asegurarse de que lo que venden es lo que pone en la etiqueta".
De momento, el contrato con la empresa proveedora ha sido suspendido y la carne retirada. La idea ahora es saber cómo se produjo la contaminación y si estos productos se han distribuido a más lugares del Reino Unido.