Dos atentados han sacudido Irán este miércoles. Más de 80 personas han muerto y las autoridades de la república islámica señalan a Israel como posible culpable de un ataque medido y simbólico en pleno homenaje al general Soleimani, asesinado por Estados Unidos en 2020.

El líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, ha prometido que habrá una "fuerte respuesta" a la "catástrofe" provocada por "los malvados y criminales enemigos de la nación iraní", que "no pueden tolerar el amor y el entusiasmo del pueblo por visitar el santuario de su gran comandante Qasem Soleimani".

El atentado de Kermán, del que Irán ha responsabilizado a Israel sin que este se haya pronunciado al respecto, ha avivado aún más la tensión un momento de pleno repunte en la región por el conflicto en la Franja de Gaza. Este suceso ha tenido lugar además tras la muerte el 25 de diciembre de Razi Musavi, un alto cargo de la Guardia Revolucionaria de Irán, en un bombardeo llevado a cabo por Israel contra la capital de Siria, Damasco.

El ministro de Exteriores de Irán, Hosein Amirabdolahian, ha afirmado que el atentado en el cuarto aniversario de la muerte de Soleimani, fallecido el 3 de enero de 2020 a causa del citado ataque estadounidense, ha causado "dolor y tristeza" y ha anunciado el inicio de "medidas jurídicas" a través de la ONU, según ha señalado a través de su perfil en la red social X, anteriormente conocida como Twitter.

Las claves del ataque

El ataque se ha producido, además, coincidiendo con el homenaje por el tercer aniversario de la muerte de Soleimani, que falleció el 3 de enero de 2020 en un ataque de precisión de Estados Unidos ordenado por su entonces presidente, Donald Trump.

Soleimani era desde hacía más de dos décadas comandante del grupo élite Quds de la Guardia Revolucionaria de Irán, desde donde tejió lazos con Hizbolá y Hamás y ayudó a bashar Al Asad en importantes batallas contra los rebeldes en Siria.

El atentado se produce, además, apenas horas después del asesinato del 'número dos' de Hamás en Beirut, El Líbano. Las autoridades palestinas, El Líbano e Irán acusaron directamente a Israel del bombardeo que acabó con la vida de Saleh Al-Arouri en terroritorio libanés, y advirtieron de que el acto "no quedará sin respuesta ni castigo".

El Gobierno de Líbano confirmó que está manteniendo contactos con el partido-milicia chií Hizbulá para intentar evitar un incremento del conflicto con Israel en la frontera. El ministro de Exteriores de Líbano, Abdalá Bu Habib, ha recalcado en declaraciones a la emisora británica BBC 4 que las autoridades han iniciado conversaciones con el grupo para "convencerles" de que "no deben responder" a la muerte del 'número dos' del brazo político de Hamás. "No se lo decimos, mantenemos un diálogo con ellos en este sentido", ha manifestado, antes de incidir en que durante las próximas 24 horas se verá "si responden o no".

"Estamos muy preocupados. Los libaneses no quieren verse arrastrados (a una guerra con Israel)", ha explicado. En este sentido, ha reseñado que "incluso Hizbulá no quiere verse arrastrado a una guerra regional" y ha pedido a los países occidentales que "presionen a Israel para que ponga fin a su violencia y sus acciones, no sólo en Líbano y no sólo en Beirut, sino también en Gaza".

Horas antes, Hizbolá había asegurado que este acto supone "un acontecimiento peligroso en el curso de la guerra entre el enemigo y el eje de resistencia", tras semanas de combates en la frontera entre Líbano e Israel. "El enemigo criminal, que después de 90 días de crímenes, matanzas y destrucción no ha podido subyugar a Gaza (...) ni el resto de las orgullosas ciudades, campos y aldeas, está recurriendo a una política de asesinato y liquidación física de todos los que trabajaron, planificaron, llevaron a cabo o apoyaron la heroica operación 'Inundación de Al Aqsa'", dijo, en referencia a los ataques ejecutados el 7 de octubre por Hamás.

Al menos siete milicianos, incluido Al-Arouri, murieron y varias personas más resultaron heridas tras el ataque con dron sobre unas oficinas de Hamás situadas en Mushrifiyá, en los suburbios al sur de la capital libanesa. El líder del brazo político de la milicia, Ismail Haniyé, aseguró entonces que el bombardeo era un "acto terrorista" que hace al grupo "más fuertes y decididos que nunca".

Al-Arouri residía en Líbano desde 2018, y en 2010 fue liberado tras pasar doce años en cárceles israelíes. Considerado el 'número dos' del brazo político de Hamás y uno de los comandantes de las Brigadas Al Qassam, se le atribuye la responsabilidad de varios ataques contra Israel desde suelo libanés y se le señala como uno de los principales intermediarios en la liberación de rehenes tomados el 7 de octubre.

Reacciones internacionales

Tras el ataque, Erdogan ha llamado al presidente iraní para condenar la muerte de civiles, mostrar su apoyo en la lucha contra el terrorismo y trasladar sus condolencias al pueblo iraní. "Los enemigos de la nación iraní piensan que pueden lograr sus objetivos ilegítimos con la herramienta del terrorismo, pero la nación iraní ha demostrado que estos crímenes no pueden causar una perturbación en su cohesión, seguridad y estrategia", ha declarado el mandatario iraní, que también ha reiterado su apoyo a Palestina y ha condenado los "crímenes de los sionistas".

También apoyan a Irán desde Venezuela. El gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) ha asegurado que el ataque es un "atroz acto terrorista" que forma "parte" de una "escalada guerrerista" que "impulsa el régimen sionista de Israel". "Este sanguinario crimen (...) es parte de la brutal escalada guerrerista en el Medio Oriente que impulsa el régimen sionista de Israel, con el apoyo descarado del Gobierno de los Estados Unidos, y que ha desatado el sanguinario genocidio contra el pueblo palestino", dijo el partido en un comunicado.

El PSUV condenó "en los términos más categóricos" este ataque con explosiones en el cementerio de la ciudad de Kerman, donde se conmemoraba el cuarto aniversario del asesinato del teniente general Qassem Soleimani, y expresó su solidaridad con los familiares de las víctimas, con el "hermano pueblo iraní" y con la "dirigencia de la Revolución Islámica". "Les reiteramos nuestro inquebrantable apoyo en su lucha por el desarrollo de una patria independiente y próspera, así como por un mundo justo, libre de hegemonías imperiales", agregó la formación.

La Unión Europea, por el momento, muestra cautela. El Alto Representante de la UE para la Política Exterior, Josep Borrell, ha llamado a Amirabdolahian para "transmitirle las condolencias tras los horribles atentados de Kermán que mataron a decenas de civiles". "He condenado este ataque terrorista en los términos más enérgicos y he expresado mi solidaridad con el pueblo iraní", ha agregado.

En esta línea, desde Washington, el portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Matthew Miller, ha expresado en una rueda de prensa sus condolencias a los seres queridos de las víctimas que han muerto "en esta horrible explosión", al tiempo que ha negado la responsabilidad de Estados Unidos o Israel en el atentado. "Es demasiado pronto, al menos para nosotros, para poder decir qué pudo haberlo causado. Pero sí quiero abordar algunas afirmaciones irresponsables que he visto circular y decir que, en primer lugar, Estados Unidos no ha estado involucrado de ninguna manera, y cualquier sugerencia en sentido contrario es ridícula; y número dos, no tenemos motivos para creer que Israel estuviera involucrado en esta explosión", ha manifestado.

Desde EEUU también insisten en desvincular a Israel del ataque a Al-Arouri. El portavoz de Seguridad de la Casa Blanca, John Kirby, ha asegurado que no hay indicios de que Israel esté detrás del bombardeo, aunque ha reafirmado el derecho del Gobierno israelí a perseguir a altos cargos de la milicia palestina.

"No estoy confirmando que los israelíes hayan realizado este ataque aéreo. Le remitiría a ellos para hablar de sus operaciones militares. (...) Israel tiene el derecho y la responsabilidad de perseguir la amenaza que plantea Hamás, lo que significa que tiene el derecho y la responsabilidad de perseguir a sus líderes", ha expresado Kirby durante una rueda de prensa.