Cantando 180 sirios, kurdos e iraquíes recorren en barco el río Sena, en París. Hace tan solo un mes, estos refugiados huían de la guerra en su país y ahora disfrutan haciendo turismo por la capital francesa. Un sueño que una ONG francesa ha hecho realidad. Todavía quedan miles de personas esperando asilo. A otras ni siquiera se les reconoce su nacionalidad.