La toma de control del lado palestino del cruce de Rafah, fronteriza con Egipto, apunta a ser solo el principio de la ofensiva israelí. Netanyahu ha amenazado con ir más allá en la guerra tras arrasar el paso de Rafah. "No nos detendremos hasta que Hamás sea eliminado", ha asegurado.

Una situación que ha provocado que aumente la tensión en la zona. Mohammad, un habitante de Rafah, ha desvelado cómo se encuentran. En concreto, él está en la parte más al oeste de la localidad, una zona que todavía no ha sido atacada.

"Solo en el edificio en el que vivo hay más de 50 personas entre mujeres y niños", ha explicado, reconociendo que hay "mucho miedo y preocupación" por lo que pueda pasar en las próximas horas.

Además, ha destacado que la zona que el "ejército invasor" califica de "segura" no cuenta con un centro sanitario. "No hay agua potable y los veranos aquí son calurosos, con temperaturas que llegan a los 40 grados", ha indicado.