Miles de personas se han manifestado en Boston (Massachusetts, EEUU) en favor de "la libertad de expresión" tras los episodios violentos ocurridos el fin de semana pasado en Charlottesville (Virginia), mientras que otras tantas organizaron una contraprotesta antirracista.
Ambas concentraciones han tenido lugar después de que manifestaciones de simpatizantes neonazis y grupos defensores de los derechos civiles organizaran algo similar el sábado anterior en Virginia, encuentros que se tornaron violentos y se saldaron con la muerte de una joven de 32 años presuntamente atropellada por un neonazi.
En Boston, sin embargo, no se registraron incidentes importantes, aunque la policía informó de 33 arrestos, en su mayoría por desorden público y agresiones contra agentes de seguridad. "Hoy está claro que Boston era la paz y el amor, no el fanatismo y el odio", dijo el alcalde de la ciudad, Marty Walsh.
Aunque se temía que se produjeran enfrentamientos entre unos y otros, finalmente las manifestaciones han resultado pacíficas. La Coalición de Discurso Libre de Boston, el grupo que organizó la primera concentración, había planeado hasta hace poco incluir oradores con vínculos con el nacionalismo blanco, pero tras los últimos acontecimientos se distanciaron de esa retórica.
Desde entonces se han alejado públicamente de los grupos racistas que incitaron a la violencia en Virginia el fin de semana pasado, aconsejando a los grupos de odio que no se unieran a su manifestación. "Mientras sostenemos que cada individuo tiene derecho a su libertad de expresión y defendeos ese derecho humano básico, no ofreceremos nuestra plataforma al racismo o al fanatismo", dijo el grupo en un comunicado publicado en Facebook.
"Denunciamos las políticas de supremacía y violencia, denunciamos las acciones, actividades y tácticas del llamado movimiento Antifa (antifascista), denunciamos la normalización de la violencia política", añadieron. Los organizadores de la contramarcha, sin embargo, alegan que este tipo de defensa a ultranza de la libertad de expresión da alas a los grupos supremacistas, por lo que salieron a las calles con carteles en contra del Ku Klux Klan y cualquier tipo de alarde racista.
La policía mantuvo una zona de seguridad entre unos y otros manifestantes, evitando incidentes importantes a excepción de algún enfrentamiento aislado y gritos entre los asistentes a la contramarcha y los partidarios del presidente Donald Trump. Trump, duramente criticado después de "culpar a ambos lados" de la violencia ocurrida en Charlottesville, dijo hoy en su cuenta de Twitter que parecía haber "muchos agitadores antipoliciales" en Boston, pero luego elogió a los manifestantes por "hablar en contra de la intolerancia y el odio".
"Parece que hay muchos agitadores antipoliciales en Boston. La policía parece responder firme e inteligente! Gracias", dijo en un primer comentario. Luego, el mandatario reflexionó sobre las protestas: "Nuestro gran país ha estado dividido por décadas. A veces se necesita protestar para sanar, y sanaremos, y ¡seremos más fuertes que nunca!".
Y, finalmente, alabó las manifestaciones pacíficas: "Quiero aplaudir a los muchos manifestantes en Boston que están hablando en contra de la intolerancia y el odio. ¡Nuestro país pronto se unirá como uno!", concluyó.