Michelle Smith es una madre británica que ha sido multada con 60 libras (unos 77 euros) por hacer perder clase a su hija y llevarla a un viaje familiar a Ibiza.

La madre tiene otros tres hijos y cada uno acude a un colegio diferente en Reino Unido, por lo que hacer coincidir las vacaciones de todos es algo realmente complicado.

Por eso, Michelle avisó a la escuela y le comunicó a los profesores  que su hija no asistiría durante una semana al colegio. Tras regresar de las vacaciones recibió una notificación del Consejo de Blackpool, en el que se le informaba que debía de pagar una multa de casi 80 euros. Según publica el 'Daily Mail',  Smith se niega a pagar el importe y está dispuesta a llegar a los tribunales.