Donde las protestas no han sido pacíficas ha sido en la zona de Riva de Garda, donde ha finalizado con fuertes enfrentamientos entre manifestantes y policías. Los agentes no han dejado que se acercasen al edificio donde se encontraba Mario Monti dando un discurso en defensa de la familia. A pesar del violento intercambio de golpes, no ha habido heridos de gravedad.

Por el contrario, unas 150.000 personas, según los convocantes, han salido este sábado a las calles de Roma para secundar el 'Día No a Monti', 'No Monti Day', para protestar contra las políticas del primer ministro italiano, Mario Monti.

"La participación ha sido mayor de lo esperado. Al fin el pueblo italiano despierta y mira a Europa junto al pueblo griego, español o francés", ha proclamado uno de los organizadores, Giorgio Cremaschi. "Estamos muy felices de que se haya expresado esta oposición al gobierno Monti. La gente ha entendido que este ejecutivo defiende los intereses de la banca y financieros y lleva a la ruina a la población", ha añadido Emidia Papi, líder de la Unión Sindical de Base (USB).

Los manifestantes han recorrido la distancia que separa la plaza de la República de la plaza de San Giovanni, un trayecto en el que ha habido ataques vandálicos contra comercios y sucursales bancarias contra los que se han lanzado pintura, petardos y algunas botellas de vidrio, según recogen los medios italianos. "Según la primera estimación somos 150.000 en la plaza", ha afirmado uno de los organizadores desde San Giovanni.

En la marcha también han participado damnificados del terremoto de Emilia-Romaña, en el norte del país, que causó en primavera más de una veintena de muertos. "Emilia sigue en tiendas de campaña" o "¿Somos personas o limones? Ya nos han exprimido suficiente", eran algunas de las consignas recogidas en las pancartas. También se han sumado a la protesta los profesionales de la sanidad que protestan por los recortes.

La Policía ha desplegado un importante contingente, ya que desde el primer momento se temía la posible infiltración de los conocidos como 'black block' violentos entre los manifestantes pacíficos. Los propios organizadores han establecido un dispositivo de seguridad de unas 300 personas identificadas con chalecos.