El Centro de Control de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) advierte de que los profesores pueden ser mucho más relevantes de lo que se pensaba en la transmisión de contagios por coronavirus en las escuelas. En esta línea, de acuerdo con un informe de la entidad, que ha involucrado a 2.600 estudiantes y más de 700 profesionales del estado de Georgia, apunta que los alumnos no son el principal foco de contagio.
El informe se conoce después de que los investigadores de la agencia ya afirman el mes pasado que había poca evidencia de que las escuelas fueran un punto importante de transmisión en el país norteamericano. Asimismo, también se cita un estudio de Wisconsin, que afirma que la propagación del virus es significativamente menor dentro de las escuelas en comparación con la transmisión en las comunidades circundantes.
Con respecto al informe de Georgia, esta investigación da pie a que son nueve los focos de casos de COVID-19 en las últimas semanas. De estos nueve, al menos dos nacieron exclusivamente de la transmisión de profesor a profesor, a la que después le siguieron otras transmisiones de los propios docentes a los alumnos.
Los datos avalan las sospechas que ya indicaba el CDC: de los 31 contagios registrados en una de las escuelas, la mitad nacieron de los profesionales. Ahora bien, el estudio ha estado sujeto a algunas limitaciones, incluida la dificultad para determinar si la transmisión del coronavirus se dio en la escuela o en la comunidad local, como explica la agencia.
Junto con eso, distinguir entre los dos tipos de transmisión (profesores o alumnos) fue particularmente difícil, debido a que el número promedio de casos en siete días por cada 100.000 habitantes todavía es muy alta. Ante esto, la CDC ha remarcado un último punto: la vacunación de los profesores debería considerarse como una medida de prevención más, aunque no se instauraría como requisito para la reapertura de las escuelas, que han estado clausuradas buena parte del año.