Europa no disimula que está muy preocupada ante el estallido de un conflicto entre EEUU e Irán, y no señala a nadie en los recientes ataques a petroleros en el golfo de Omán.

Josep Borrell asegura que no hay pruebas concluyentes: "No hay forma de contrastar lo que unos y otros dicen porque no hay pruebas categóricas". El ministro de Exteriores en funciones aconseja que hay que tener mucha cautela con las "certezas absolutas" y las pruebas que aporta Estados Unidos.

Borrell ha reiterado que no hay pruebas que demuestren que Teherán ordenó atacar a los petroleros del golfo de Omán, pero Washington ha aportado nuevas imágenes. "También tenía la absoluta certeza de armas de destrucción masiva en Irak, creo que también era el Reino Unido", ha ejemplificado Borrell.

La jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, pedirá contención a Washington en la reunión con el secretario de Estado de Trump, que ha asegurado que nunca han querido iniciar una guerra: "El presidente Trump ha hecho todo lo que ha podido para evitar una guerra. No queremos una guerra".

El presidente ha asegurado que solo iniciaría tal guerra si Irán no cumple el acuerdo nuclear vigente, y ha calificado de menor el ataque a los dos petroleros en el golfo de Omán. Sin embargo, el Pentágono ha difundido 11 fotos nuevas que incriminarían al régimen de los ayatolás y ha ordenado el envío de 1.000 soldados más a Oriente Próximo para tareas defensivas.