Kiev se encuentra al borde de una crisis humanitaria. Este lunes, se reúne el Consejo de Seguridad de la ONU, y Francia propondrá una resolución que garantice el acceso humanitario a la población necesitada de Ucrania, además de un alto al fuego previo a las conversaciones de paz.

Mientras, en el cuarto día de combates, Vitali Klitschko, alcalde de Kiev, había afirmado a la agencia 'AP' que la ciudad estaba cercada. Sin embargo, más tarde ha rectificado y ha dicho que la capital todavía no está cercada por tropas rusas, aunque estas sí están rodeando diferentes puntos de la ciudad.

Además, mantiene que los civiles ya no pueden salir de Kiev, donde las tiendas de alimentación están cerradas y no hay suministro de materiales básicos, ni de material para los hospitales. "Si en los próximos días no se normaliza la situación, podríamos ver una crisis humanitaria bastante grave en la capital ucraniana" ha advertido el periodista Alberto Sicilia, quien se encuentra en Kiev.

Este domingo, las tropas ucranianas han conseguido neutralizar una columna de blindados rusos a las afueras de Kiev, donde el resultado ha sido el de tanques y vehículos militares arrasados y esparcidos a lo largo de un suburbio al noroeste de la capital. Con una emboscada, el ejército ucraniano ha logrado bloquear algunos caminos que conducen a Kiev, ya que Rusia trata de avanzar desde Hostomel, donde ya controlan su aeropuerto.

Así, intentan atravesar Bucha e Irpín, a tan solo 30 kilómetros del centro de la capital. Desde allí, atacan posiciones desde el aire y por tierra. También se ha visto a las tropas rusas saliendo desde Chernóbil al norte, en dirección hacia Kiev, y los ciudadanos han sido testigos de explosiones en regiones cercanas.

Mientras, en Kiev la población se prepara en las calles con barricadas antitanque y cócteles molotov, después que la última noche fuese incluso peor que la anterior. Este domingo, las sirenas han vuelto a sonar para llamar a la población a refugiarse en el sitio más cercano.

Pese a que durante todo el día las calles han estado completamente desiertas, ya que el estricto toque de queda se extiende hasta el lunes, muchos se refugian en el metro, donde reparten comida caliente para poder pasar mejor la noche. "Hay muy buen ambiente aquí en el refugio. Nos ayudamos los unos a los otros", afirma uno de las personas refugiadas en el metro.

Mientras, Aleksandr Lukashenko, presidente de Bielorrusia, abre la puerta a que sus tropas entren en Ucrania, precisamente cuando se vota un referéndum para poder tener armas nucleares en Bielorrusia.