El resto de los fallecidos son residentes en las viviendas que se encuentran en el complejo residencial ubicado en los alrededores de la fábrica de fertilizantes, que ha quedado completamente arrasado por las llamas.
Muska ha explicado que aunque no todos los cuerpos han sido recuperados, se presume que todas estas personas están muertas. Además ha indicado que hay otros dos voluntarios del Departamento de Bomberos que están desaparecidos.
El alcalde también ha indicado que actualmente el número de heridos por la explosión en la fábrica de fertilizantes supera los 160, aunque no ha detallado su estado.
Asimismo, ha apuntado que al menos unas 75 casas y edificios, incluidos el complejo residencial, una residencia de ancianos y un instituto, han quedado destrozados o han sufrido graves daños.
La explosión se produjo a las 20.00 horas (3.00 horas en España) en una fábrica de fertilizantes de West, una localidad de 20.000 habitantes situada en el norte de Texas. Las autoridades han indicado que fue similar a la de una bomba nuclear y que causó un seísmo de 2,1 grados en la escala de Richter.