En Illinois, frente a la Torre Trump, en las calles de Washington DC o desde la céntrica Times Square, en Nueva York: miles de personas gritan pidiendo el cese de la violencia.

El 'no a la guerra' se ha oído de punta a punta de Estados Unidos. Los manifestantes aseguran sentirse "alarmados": "Estoy alarmada porque la Administración estadounidense quiere empezar otra guerra en Oriente Próximo", reconocía una de las entrevistadas.

Miles de ciudadanos rechazan los últimos movimientos del presidente Trump. También lo hace el mundo del espectáculo. La actriz Patricia Arquette al recoger su premio en la ceremonia de los Globos de Oro aseguró que "en los libros de historia veremos un país al borde de la guerra: los Estados Unidos de América, con un presidente tuiteando sobre una amenaza con 52 bombas".

En las redes sociales han sido también muchos los caras conocidas, como Alec Baldwin, las que han criticado la actuación de su presidente.

Hasta medios como 'The Washington Post' remarcan el tropiezo en la respuesta pública tras el asesinato de Soleimani. Para los expertos no solo Hollywood y las calles deben responder de forma contundente, sino que también es necesaria una respuesta política, porque no cabe otra guerra sin sentido en la región.