La Corte Constitucional de Colombia ha aprobado, con seis votos a favor y tres en contra, el matrimonio entre personas del mismo sexo, por lo que el país se convierte en el cuarto de Iberoamérica en decir 'sí' al matrimonio homosexual, tras México, Argentina y Uruguay.
De esta forma, a partir de ahora las parejas del mismo sexo podrán contraer matrimonio mediante un contrato civil, que es el mismo mediante el cual se casan hoy en día las parejas heterosexuales.
El alto tribunal ha determinado que los homosexuales tienen "los mismos derechos" y, por lo tanto, "ni los jueces pueden negar la celebración de matrimonios igualitarios en Colombia". Así, dicho contrato establece las mismas garantías jurídicas que para las parejas heterosexuales, evitando casos de discriminación.
Mediante esta votación, se rechaza la ponencia del magistrado Jorge Ignacio Pretelt Chaljub, quien ha defendido ante la Sala Plena de la Corte que la figura del matrimonio debería seguir aplicándose solamente a los casos en los que se hable de la unión entre un hombre y una mujer.
Esto supone un nuevo paso hacia la equiparación de derechos, cumpliendo con una reivindicación histórica del movimiento LGTBI, después de que en el año 2011 la misma Corte estableciese que las uniones entre personas del mismo sexo constituían familia.