Apenas un puñado de brasileñas dejó en casa la parte de arriba de sus biquinis y ocupó las playas de Río de Janeiro para exigir la legalización del 'topless', una iniciativa que ha generado un intenso debate sobre unas leyes que consideran esa práctica un "atentado al pudor".
Las brasileñas exigen que se legalice el ‘topless’ quitándose el sujetador en la playa