El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha asegurado que su país necesita un "cambio de actitud" ante el problema de la violencia causada por las armas, refiriéndose al último atentado ocurrido en una iglesia de Charleston, que supuso la muerte de nueve personas a manos de un joven blanco de 21 años. Un problema que es necesario solucionar para poder implementar una reforma significativa sobre la posesión y venta de las armas, un objetivo que ha perseguido sin éxito durante su mandato.