La guerra de Ucrania ha dado un vuelco y ha empezado una "segunda fase" más de cincuenta días después de que Vladímir Putin diera la orden de invadir el país vecino. Así lo consideran desde la presidencia de Ucrania, que ya hablan de una nueva etapa del conflicto el día en que se cumplen 55 días de la "operación militar especial", como la llamó el presidente ruso.

Las tropas rusas han comenzado su ofensiva sobre el este de Ucrania, en el llamado Donbás, una zona que antes contaba con numerosa población prorrusa y que Moscú quiere anexionarse para unir con la península de Crimea, que ya ocupó en 2014. Ahora, el ejército intenta sobrepasar las defensas ucranianas.

Ya anoche el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, avisó de que había comenzado la "batalla del Donbás", con una gran parte de los efectivos enfocados en tomar el este del país. "No importa cuántas tropas rusas manden, lucharemos. Nos vamos a defender", aseguró en un vídeo publicado la pasada noche.

Rusia confirma la nueva ofensiva

El ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, ha confirmado que esta nueva fase de la campaña militar de Rusia en Ucrania ha comenzado, centrada en la "liberación completa" de las regiones prorrusas de Donetsk y Lugansk.

"La operación en el este de Ucrania tiene como objetivo, como ya se anunció, la liberación completa de las repúblicas de Donetsk y Lugansk. Esta operación continuará, la siguiente fase de esta operación especial está comenzando", ha señalado en una entrevista con la cadena de televisión India Today. "Y, me parece, ahora será un momento importante en esta operación especial", ha añadido Lavrov, el primer alto cargo de Rusia que confirma públicamente que la gran batalla de Rusia por el Donbás ha comenzado.

Lavrov ha aseverado que Ucrania no ha sabido "valorar" la retirada de las tropas rusas hace tres semanas de las regiones de Kiev y Chernígov, en el norte del país, y de la región de Sumi, en el noreste.

"Confíen en nuestro ejército"

Por su parte, el jefe de gabinete de la presidencia ucraniana, Andriy Yermak, ha afirmado que las defensas ucranianas resistirán la ofensiva en esta "segunda fase de la guerra": "Confíen en nuestro ejército, es muy fuerte".

Mientras, los medios ucranianos han informado de una serie de explosiones, algunas muy potentes, en la frontera de la región de Donetsk, con bombardeos en Marinka, Slavyansk y Kramatorsk. También se han producido explosiones en Járkov, Mykolaiv y Zaporiyia.

Según ha denunciado Rusia, en las cercanías de la ciudad de Belgorod, en un pueblo a unos 50 kilómetros y cerca de la frontera con Ucrania, se ha producido un bombardeo por parte de las tropas ucranianas y, por el momento, hay un residente herido.

"Esto es el infierno"

La toma de Mariúpol, además de permitir controlar el acceso al mar de Azov, es clave para unir por tierra el Donbás y la península de Crimea. Es un enclave estratégico que Rusia quiere tomar y es la razón detrás del asedio y la total destrucción de la ciudad por parte de las tropas rusas.

"Siendo honestos, no estamos bien", ha explicado una residente llamada Olga a Reuters. "Tengo problemas de salud mental desde los ataques aéreos. Estoy aterrada. Cuando oigo los aviones, huyo", señala.

El ayuntamiento asegura que al menos 1.000 civiles siguen refugiados en la enorme acería de Azovstal, un auténtico laberinto de once kilómetros cuadrados de extensión.

Por su parte, el comandante de la 36ª brigada de infantes de Marina ucraniana, Sergiy Volyna, que se encuentra defendiendo la ciudad de Mariúpol, ha escrito una carta al papa Francisco pidiendo intervenir "para salvar a la población civil exhausta de la ciudad", según ha publicado el embajador de Ucrania ante la Santa Sede, Andrii Yurash, en sus redes sociales.

"¡Su Santidad, papa Francisco! Me dirijo a usted en busca de ayuda: ha llegado el momento en que solo las oraciones ya no son suficientes", comenzaba la carta del militar que se encuentra en la ciudad sitiada por el Ejercito ruso. "No soy católico, soy ortodoxo. Creo en Dios y sé que la luz siempre vence a la oscuridad. He luchado durante más de 50 días en un asedio completo, y todo para lo que tengo tiempo es para una batalla feroz por cada metro de la ciudad sitiada", describe.

Y añade: "Probablemente ha visto muchas cosas en su vida. Pero estoy seguro de que nunca ha visto lo que está pasando en Mariúpol. Porque eso es lo que el infierno en la tierra", concluye.