Palo en mano, un ganadero aporrea la puerta de la delegación territorial de la Junta de Castilla y León en Salamanca. Ocurrió el lunes, cuando un grupo deganaderos intentaron asaltarlo, ayudándose de vallas, mientras la Policía intentaba impedirles el paso. La pregunta es: ¿por qué ese nivel de enfado?, ¿por qué protestaron así?

Los ganaderos se revelan porque no se está cumpliendo lo que les había prometido Vox,lo que la Consejería de Agricultura aprobó hace unos días antes de las elecciones municipales en Castilla y León. Esta nueva norma rebaja las medidas de control y prevención de la tuberculosis en las vacas de Castilla y León.

Pero la medida va en contra de la normativa estatal y europea, por lo que la justicia ha decidido paralizarla en las últimas horas. "No se puedan dar falsas expectativas", ha dicho al respecto la portavoz del Gobierno central, Isabel Rodríguez, esta mañana en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros.

"Lo que se ha puesto en evidencia es que no se puede utilizar la falsedad y no se pueden generar falsas expectativas ante un sector tan importante como es el ganadero en nuestro país, contraviniendo la legislación comunitaria y estatal vigente", ha subrayado la también ministra de Política Territorial.

¿Qué dicen los ganaderos? El sector se queja de que los controles son muy escritos y piden relejarlos porque, según ellos, se están matando vacas sanas que al final no pueden vender, algo que estaría poniendo en riesgo sus negocios.

Y, ¿qué dicen los veterinarios? Aseguran que los controles sanitarios de la tuberculosis sí están funcionando y cambiarlos, dicen, sería una temeridad. "Es una mala decisión política, es esperpéntico lo que se ha hecho, además si no se controla la tuberculosis puede acabar contagiando al ser humano", explica el principal representante de los veterinarios en Castilla y León, Luciano Díaz.

Como medida de presión, los ganaderos han amenazado con no cumplir con los saneamientos a los que están obligados a partir del próximo 12 de junio. Los veterinarios les han replicado: no hacer esos chequeos obligatorios es contraproducente, porque provocará que sus vacas no puedan salir de su explotación y que por lo tanto no puedan venderlas.