Subimos las escaleras de un edificio de viviendas y nos encontramos con que en lugar de la puerta de entrada hay una tapia. Es una nueva modalidad de venta que han puesto de moda los bancos. El futuro propietario compra a ciegas sin saber en qué condiciones se encuentra el inmueble.
Los bancos quieren dar salida al enorme stock de viviendas que acumulan como consecuencia de los impagos de las hipotecas. Es el caso del piso contiguo al de Hugo, el piso pertenece a Bankia y actualmente se encuentra vacío. El propietario debía unos 200.000 euros y ahora cuesta 40.000.
También venden pisos que están ocupados. En el caso de Mariló, pagando un alquiler social por cinco años, su sorpresa fue cuando hace apenas unas semanas, el banco puso a la venta la vivienda con ella dentro: “No entiendo como el banco pone en venta una casa sin avisar de que hay un inquilino”.
Si no inscribe su contrato de arrendamiento en el registro de la propiedad, quien compre su vivienda podrá echarla con la ley en la mano en apenas tres meses.