Como si de una ciudad fantasma se tratara, Antonio recorre los pasillos del centro comercial Factory de Bormujos , Sevilla.  En sus cuatro años como guardia de seguridad ha visto cómo de la treintena de tiendas que había solo quedan siete. “Tratan de paliar la crisis, pero es imposible, si la gente no tiene dinero no lo gasta”, asegura.

En la Avenida de la Albufera,de Vallecas, Madrid, la estampa se repite. Vallecas, un barrio histórico de pequeño comercio. Lejos de remontar las ventas, éstas no dejan de caer. Los clientes miran más que nunca el céntimo, y si hay que gastar no queda otra que buscar las ofertas.

A día de hoy no hay lugar que se libre de las garras de la crisis. Los comercios no saben cómo salir de este círculo vicioso. A menor consumo, cierre de tiendas. Si cierran las tiendas, aumenta el desempleo y una vez más caen las ventas. Piden ayuda urgente, para que los carteles de cerrado o se vende se conviertan en carteles de próxima apertura.