Más poder a las mutuas para que agilicen los procesos de bajas. Con la nueva Ley de mutuas, el Gobierno espera ahorrar 300 millones de euros. “Lo más importante es mejorar las prestaciones del sistema y prevenir los riesgos laborales” aseguró Fátima Bañez, ministra de Empleo.

Los médicos del sistema público temen que se pase a decidir las altas según criterios económicos y no sanitarios. José María Morán, vicepresidente Federación de Inspectores Médicos: “Existe una desconfianza hacia la capacidad técnica del médico, y no deja de haber una sospecha de fraude por parte de los trabajadores”.

Ellos son los que mejor conocen a los pacientes. Los que deberían tener la última palabra. Rafael Casquero, presidente Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria Madrid explica que “la baja laboral no es un puro número o un puro trámite”

El tercero en discordia es el médico de la mutua. Más poder para ellos en principio. “Todos queremos gestionar el dinero eficazmente”, declara Emilio Villa, secretario general del Colegio de Médicos de Madrid

Los médicos también temen que con la nueva ley haya pacientes de primera y de segunda. Los trabajadores, a los que las mutuas atenderían rápidamente para acortar sus bajas y el resto, como los parados, que tendrían que esperar a ser atendidos por el sistema convencional de salud.