Guerra entre gigantes en EEUU. Fabricar latas de refresco cada vez cuesta más, y Coca-Cola se queja de que Goldman Sachs está detrás de este encarecimiento del aluminio.
Lo habitual era que la materia prima fuese del almacén al cliente con una duración media de seis semanas. Goldman Sachs compró 27 almacenes y el aluminio iba recorriéndolos uno a uno, ralentizando el proceso un año y medio y encareciendo el producto hasta 5.000 millones de dólares de sobrecoste en los últimos tres años.
Lo más sorprendente es que es legal, a pesar de que "el encarecimiento de estos costes acaba repercutiendo en los consumidores", según afirma Simón Pérez, de SLM Inversiones.
Fue en 2010 cuando Goldman Sachs compró estos almacenes en Detroit, ciudad hoy en quiebra. Desde entonces, el aluminio necesario para fabricar 1.000 latas ha aumentado 2 dólares, y hasta en 12 dólares para un coche. El problema es que quien marca el precio, el Índice de intercambio de metales de Londres, también recibe una parte de los beneficios.
EEUU sancionó al banco JP Morgan por manipular el precio de la electricidad. Ahora Goldman Sachs podría ser el siguiente después de que el Departamento de Justicia esté investigando el precio del aluminio.