El ayuntamiento de Amsterdam pretende poder combatir el cambio climático dejando de utilizar el gas natural. Para ello se han puesto en marcha un nuevo plan para dejar de usarlo y comenzar a usar las energías limpias que permitan una reconversión energética. De esta manera Holanda espera que pueda llegar a cumplirse en 2050 llegando a ser una "zona libre de emisiones de CO2", tal y como han declarado los portavoces del consistorio holandés al periódico El País.

Para hacer realidad el plan y llegar a cumplir la reconversión, el consistorio desconectará de la red a 10.000 viviendas antiguas de su propiedad en 2017. En dos barrios ya se ha llevado a cabo y se espera que en los próximos cuatro años unos 100.000 hogares puedan valerse de una red alternativa alimentada con la energía restante de la industria y derivada de la quema de basuras, han señalado sus portavoces. Con todo ello esperan poder cumplir el Acuerdo de París que trata de evitar un aumento de 2 grados de temperatura terrestre.

El cambio deberá hacerse de forma gradual para que las compañías eléctricas y de energía, que son los que controlan los contadores y las facturas, puedan sumarse al mismo. Para los escépticos, se han puesto ejemplos de la nueva visión, así, el Jardín Botánico y el museo Hermitage se ayudan: uno produce calor y el otro lo recibe, mientras que con el aire acondicionado hacen justo lo contrario: el que recibía el calor es el encargado de generarlo.

Holanda explota la mayor reserva europea, el problema surge porque dicha extracción produce terremotos que pueden llegar a los 4.5 grados. Sólo en 2014 la Sociedad del Petróleo y el Gas recibió 19.000 informes de los vecinos denunciando las grietas y tejados caídos.