El año pasado, el alquiler a turistas de apartamentos o viviendas privadas duplicó a las de hoteles. Este negocio es tan grande, que un millón y medio de españoles alquila ya sus casas a turistas.
Los hoteleros creen que es una competencia desleal, con la que no pueden competir, así que el gobierno quiere que el alquiler, ahora alegal, esté regulado por las comunidades autónomas y sea mucho más difícil.
Los propietarios hacen que la posesión de un apartamento sea más que rentable, ya que con su alquiler pagan la vivienda y para los turistas extranjeros es más cómoda, y además, más barato.
Pero se trata de una práctica alegal que el gobierno quiere poner límites. La patronal de hoteleros habla de intrusismo y competencia desleal, ya que no pueden competir en cuanto a precios.
El sector hotelero denuncia además una bolsa de economía sumergida. No piden el cierre de apartamentos sino su regularización, pues aunque el turismo crezca, los hoteles no se ven tan beneficiados.
Los alquileres de los apartamentos también repercuten a las inmobiliarias, ya que no contribuye en absoluto a la venta de viviendas, y los propietarios prefieren prescindir de ellas a la hora de buscar inquilinos.
Aunque hay muchos que prefieren los hoteles por comodidad, los apartamentos siguen siendo lo más rentable de momento, aunque esta práctica puede tener los días contados en algunas comunidades.
Los propietarios creen que la futura ley atenta contra el derecho de sacar rendimiento a sus propiedades y el de los turistas a elegir dónde alojarse.