El número 1 del mundo, Novak Djokovic, ya se encuentra en semifinales del Abierto de Australia después de derrotar a Alexander Zverev por 6-7(6), 6-2, 6-4 y 7-6(6).
Con remontada incluida, el serbio se ha impuesto este martes al alemán en un encuentro que, al igual que el que le enfrentó a Taylor Fritz, se le puso cuesta arriba a 'Nole'.
Sin embargo, esta vez Djokovic no ha podido contener los nervios. Tras un error en el tercer set, la cabeza del ránking ATP ha reventado su raqueta contra la pista.
Tras el partido, una vez clasificado para semifinales, ha explicado los motivos: "Salvo en el segundo set, comencé bastante mal los otros tres. Perdí mi servicio muy temprano en el primer, tercer y cuarto set. Recuperé mi concentración después de romper la raqueta. Las cosas empezaron a cambiar un poco para mí".
"Si ganaba este partido, definitivamente no iba a ser algo inmerecido. Estaba jugando realmente bien. Cualquiera podía haber ganado, estoy muy contento de superar ese desafío", ha añadido Novak.
Seguidamente, ha querido dar ejemplo explicando que su actitud no es garante de deportividad: "No recomendaría esas formas de desahogarse a ningún jugador. No estoy orgulloso de romper la raqueta. Simplemente atraviesas en la pista muchas emociones y tengo muchos demonios dentro con los que tengo que lidiar".
Por último, y al ser preguntado por su próximo rival, la sorpresa del Australia Open, Djokovic ha tirado de sinceridad para referirse a un jugador que ocupa el puesto número 114 en el ATP.
"Para ser honesto, no había visto jugar a Karatsev antes de este Open de Australia. Físicamente, es muy fuerte. Se mueve bien. Tiene mucha potencia de juego desde el fondo de la pista. Tiene un gran revés, es de la escuela rusa de tenis. Ellos siempre tienen buenos golpes de revés. Sirve bien y está motivado. No tiene nada que perder", ha apuntado el serbio.