Un escándalo a sacudido a la Liga Canadiense de Hockey sobre hielo. Y es que un grupo de exjugadores de entre 27 y 57 años se han unido para denunciar ante el Tribunal Superior de Justicia de Ontario los abusos y vejaciones que sufren los jugadores de primer año.

Según recoge el canal canadiense 'TSN' los denunciantes aseguran que "los más jóvenes fueron sodomizados con sticks de hockey", "obligados a masturbarse y eyacular en una rebanada de pan y obligados a comerla" o "tener sexo con prostitutas mientras el resto del equipo miraba", y esto es solo algunas de las novatadas que sufrían. Los exjugadores se han quejado de que todos estos comportamientos se producen de manera consentida tanto por los entrenadores como por la propia liga.

Los abusos eran constantes, ya fueran sexuales o físicos. En numerosas ocasiones obligaban a los nuevos a pelearse con sus propios compañeros durante los entrenamientos. Los jugadores escupían, orinaban y defecaban y los 'rookies' eran obligados a recoger las heces de los veteranos y tirárselas a otros novatos.

También se les forzaba a entrar en la "caja de sudor", esto implicaba que en los trayectos del equipo en autobús los jugadores más nuevos se tenían que meter desnudos en el baño del automóvil. Si se negaban o salían eran azotados con un cinturón por el resto de jugadores y hasta por el propio entrenador.

Relatos propios

El mayor de los denunciantes, Doug Smith, jugó para los 67 de Ottawa en la Liga de Hockey de Ontario entre 1979 y 1982. Los Ángeles Kings seleccionaron a Smith en la segunda elección general en el draft de entrada de la NHL de 1981.

Este ha relatado algunas de las pesadillas por las que tuvo que pasar: "Estaba en el vestuario, me atraparon y me vendaron los ojos. Los jugadores mayores me sujetaron, me ataron y me quitaron la ropa. Estaba desnudo. Me afeitaron los genitales. Me golpearon. Me tiraron agua fría y caliente. Me untaron los genitales con una crema A535. Fue aterrador y extremadamente doloroso".

Smith ha confesado que a día de hoy aún sigue intentado superar el trauma que llegó a suponer tener que soportar todos aquellos abusos. "Todavía vivo con ello hasta el día de hoy", ha reconocido.

Otro jugador que ha querido contar su experiencia personal es Fred Ledlin, quien con tan solo 17 años tuvo que aguantar que le metieran un palo de hockey a la fuerza en su ano, que le colocaran con un alfiler un ungüento para el calor en su uretra y que le obligaran a bañarse en la orina de los veteranos. "Te ataban un cordón de patines al pene y lo lanzaban sobre un tubo de ventilación. Ataban el otro extremo a un cubo. Luego los jugadores mayores tiraban los discos al cubo uno por uno para ver cuántos discos podías coger", ha continuado relatando Ledlin.

Estas denuncias han sido interpuestas este lunes, pero no es la primera vez que ocurre. Hace seis meses Dan Carcillo y Garrett Taylor, exjugadores del CHL, ya presentaron una demanda asegurando que la liga, sus equipos y sus ejecutivos "han perpetuado un ambiente tóxico que condona las conductas violentas, discriminatorias, racistas, sexualizadas y homófobas, incluyendo la agresión física y sexual, en los jugadores menores de edad que están obligados a proteger".

Tanto víctimas como abogados esperan que el juez apruebe su su moción de proceder con el caso como una demanda colectiva al haber demostrado que hay un problema sistémico de novatadas y abusos.