Era un domingo cualquiera en el Emirates Stadium, pero en el minuto 5 de partido dejó de serlo. Un saque de esquina a favor del Arsenal que quiso atacar David Luiz con un remate en carrera acabó en un violento impacto cabeza con cabeza contra Raúl Jiménez, jugador del Wolverhampton.
El sonido del choque y la urgencia del árbitro y los jugadores al llamar a las asistencias daba síntomas de la gravedad de la situación. El que se llevó la peor parte fue el mexicano, quien no se reincorporó y fue retirado del terreno de juego en camilla.
"Tenía el cráneo fracturado y hubo un poco de sangrado dentro del cerebro". Ese fue el diagnóstico de los médicos cuando Jiménez llegó al hospital, lo cual ya fue algo inexplicable: "Los médicos dijeron que era un milagro estar allí".
La operación de urgencia fue un éxito y su vida dejó de correr peligro, pero su carrera deportiva tenía muchas probabilidades de haber acabado ese día. "Desde el primer momento me informaron de los riesgos. Tienen que decirte la verdad y tienes que aceptarla. La fractura de cráneo tardó un poco más de lo que todos esperábamos en sanar, pero es un milagro estar aquí", comenta el ex jugador del Atlético de Madrid en una entrevista al diario inglés 'The Guardian'.
Estuvo 10 días ingresado en el hospital antes de volver a casa y la recuperación ha requerido de tiempo, paciencia y muchos chequeos, por muy bien que el delantero creía estar.
"Yo era como el mejor jugador del mundo, pasaba corriendo por delante de todos porque nadie tenía permitido entrarme. La parte más difícil fue el último mes de la temporada pasada. Sentí que estaba listo, pero la decisión de los cirujanos fue que mi cráneo no se había recuperado por completo. Eso es algo que no puedes sentir. Crees que estás listo, pero no lo estás", confiesa.
Hasta que llegó el día en el que sí lo estuvo. El milagro de la vida le llegó el 29 de noviembre de 2020 cuando sobrevivió a la colisión y a sus consecuencias, y el milagro de volver a disputar un partido de competición se presentó el pasado sábado 14 de agosto de 2021, saliendo como titular y jugando los 90 minutos del primer partido de la temporada frente al Leicester City.
Lo hizo con una protección en la cabeza, pero disputando cada balón como si fuera el último, como siempre ha hecho. También se atrevió a rematar de cabeza en un par de ocasiones, pero sigue teniendo que controlarse "solo por un par de meses más" como precaución.
Un episodio para olvidar. De hecho, Jiménez no se acuerda de casi nada: "Recuerdo que llegamos al estadio, dejé mis cosas en el vestuario, salí con mis compañeros a ver la cancha y luego volvimos al vestuario, y luego fue como si se apagaran las luces.No recuerdo nada más. Puedo recordar la primera vez que me desperté en el hospital y puedo recordar algunas otras cosas del hospital, pero nada realmente claro".
De lo que sí se acordará toda su vida es de su vuelta, con el emotivo recibimiento que recibió de aficionados y jugadores rivales. "Vinieron a mí la mayoría de los jugadores del Leicester, como Vardy, Maddison, Soyunçu...para decirme que era un honor estar allí jugando conmigo en mi primer partido de regreso", comenta el ariete de 30 años.
A su edad, la vida le ha dado una segunda oportunidad de estar sano y poder desempeñar su profesión y pasión desde que era niño: jugar al fútbol.