Cuando la 'MSN' funciona da igual todo lo demás. Da igual quién sea el rival, da igual a qué hora se juegue, y da igual dónde se juegue. Messi, Suárez y Neymar estuvieron al cien por cien contra el Villarreal y el Barcelona sumó una brillante victoria ante un duro contrincante. Cuatro goles a uno fue el resultado final, con goles de todo el tridente y con un 10 que anotó un doblete. Los de Luis Enrique seguirán siendo primeros tras esta jornada.
No tiene margen de error el Barça, y menos aún sabiendo que a pesar de ser líderes el Real Madrid tiene un partido menos. Por ello, rotaciones las justas, y confianzas menos aún ante un Villarreal que se juega estar en Europa la próxima temporada. Por ello, la 'MSN' al completo en un once de gala al que solo faltó Jordi Alba. Pero la banda izquierda era y es propiedad, al menos en ataque, de un Neymar eléctrico.
De uno que volvió loca a toda la zaga de los de Castellón. No sabían qué hacer para pararle, y el brasileño se fue sintiendo cada vez más cómodo en el campo. Con libertad. Y fruto de esa libertad nació el 1-0. El brasileño, cual '9', cazó un balón en el área estando completamente solo, y únicamente tuvo que empujar el cuero a las mallas de un batido Andrés Fernández. Pintaba bien la cosa para el Barça.
Sin embargo, el Villarreal no dejó de ser el Villarreal tras el gol encajado. En una acción a la contra, y en un desajuste total de la defensa del Barcelona, Bakambu galopó raudo hacia el arco de Ter Stegen para poner las tablas. Pudo llegar el 1-2 casi de inmediato, pero Roberto Soldado, inexplicablemente, mandó fuera un cabezazo franco. En una acción de '9', el '9' amarillo falló. Y eso Messi no lo desaprovecha. El argentino agarró un balón, se deshizo de todos cuantos le salían al paso y, con la zurda desde la frontal, puso el 2-1 justo antes del descanso.
Tras él, fútbol control del Barcelona, pero con un gol de diferencia. A pesar de que los azulgranas tenían el marcador a favor, y que el Villarreal tampoco inquietaba a Ter Stegen, un 2-1 siempre es un 2-1. Y siempre es escasa renta cuando hay una Liga en juego. Así pues, tensión y nervios hasta que aparecieron Rakitic, Sergio Roberto y Luis Suárez. Jugada rápida con el croata, cabalgada del lateral y balón al uruguayo. Recorte, cadera del defensa rota, disparo y gol sin apenas necesitar mirar a portería. Partido resuelto.
Y Neymar maravillando. En una acción de esas que levantan de la silla cedió el cuero a Luis Suárez. Su disparo dio en la mano de Jaume Costa en una acción dudosa y el trencilla pitó penalti. Messi, quizá viendo que Ney estaba disfrutando, lanzó a lo panenka la pena máxima para sorprender a todos. Para hundir a un Submarino que sin hacer un mal partido se estaba llevando cuatro del Camp Nou.
No hubo más del equipo de Fran Escribá en Barcelona. Mientras llegaba el final, los azulgranas disfrutaban y hacían disfrutar a su afición. LaLiga sigue en juego, con cada vez menos partidos. El desenlace, el duelo final entre el Real Madrid y el Barça, sigue su curso.