La afición del Atlético de Madrid ha permanecido en las gradas del Vicente Calderón tras vencer al Eibar en la trigésima sexta jornada de LaLiga Santander, días antes de intentar una remontada histórica ante el Real Madrid en la vuelta de las semifinales de la 'Champions League' tras el 3-0 del Santiago Bernabéu.
Desde el inicio, el Vicente Calderón se volcó con sus jugadores con la pancarta 'Combato y me levanto' en uno de los fondos cuando resonaba en el estadio el himno del Atleti.
Tras unos minutos de dudas por el 0-0 que imperaba en el marcador, el gol de Saúl insufló ánimos a una afición que terminó coreando el nombre de Luis Aragonés. "Que se enteren los vikingos, quién manda en la capital", jaleaba el Calderón.
Con este escenario, el Atlético de Madrid intentará hacer del Calderón una caldera para marcar al menos tres goles, forzar la prórroga y no encajar, algo que consigue desde el 11 de marzo de 2014, cuando el brasileño Kaká perforó la meta rojiblanca en la derrota del AC Milan por 4-1.