Con su voz suave y su aire adolescente, Laura tenía en el bolsillo la final de este concurso en Alemania hasta que los realizadores decidieron bañarla con una lluvia de confeti que, literalmente, hizo que se le atragantara la actuación. A ella, al jurado y a su padre.

En cuanto el presentador le dió un vaso de agua casi le faltó hacer gárgaras. Fue el principio de una gala desastrosa cuya gran víctima fue el otro favorito, Simón. Su voz quedó engullida por una niebla espesa que se lo tragó, incluyendo a sus cuerdas vocales.

El pobre terminó con lágrimas en los ojos aunque la solución del programa, vasito de agua que es mano de santo. Pero aún quedaba otra actuación, la de Leo y Cristian, tan mal calculada en sus efectos, que al terminar, público y jurado gritaron asustados porque una rueda seguía ardiendo.

La cadena ya ha dicho que está estudiando si el concurso seguirá siendo en vivo y directo. Con tanto accidente algunos bromean con que lo de en vivo, como que puede ser difícil de cumplir.