El momento es ahora. El año que viene este podría ser uno de los primeros temas que volverían a ser de McCartney.

Su propiedad ha pasado por muchas manos, incluso por las de Michael Jakson. Paul McCartney tuvo que enfrentarse al cantante en 1984 cuando tomó el control de sus temas. Todo surgió a raíz de una conversación en la que Paul le aconsejó a Michael meterse en el negocio de los derechos de autor. Lo que no esperaba es que su amigo comprara las canciones de The Beatles pagando 46 millones de dólares de la época.

Ahora, después de la muerte de Michael Jackson, es Sony la dueña de los temas de la banda de Liverpool. Por eso McCartney ha demandado a la productora, una acción legal con la que pretende "confirmar" su propiedad y recuperarla porgresivamente a partir del año que viene.

Sony, que ha expresado su respeto hacia la banda, cree que este paso del cantante es innecesario y prematuro.

​Si la demanda sigue adelante, 'Let it Be' volvería a ser suya en el 2026 y Paul McCartney podría dejar de pagar por tocarla cada vez que sale de gira.