En plena Casa de Campo de Madrid nos topamos con el Taller de Cantería. Si miramos a través de sus verjas, solo vemos piedras, pero entre ellas, asoman unas maravillas que nadie esperaría encontrarse. Alberto Tellería, vocal técnico de 'Madrid, ciudadanía y patrimonio' asegura que "ese es el almacén donde se guardan los adoquines, piezas de piedra de las vías públicas y se trasladan las esculturas originales como si fuesen adoquines sin más".
Alicia Torija López, Secretaría de AMTTA denuncia que "Madrid es la única ciudad de Europa y el único ayuntamiento de más de un millón de habitantes que no tiene un departamento de arqueología". Con uno, es posible que los leones originales del monumento a Alfonso XII del Retiro no estuviesen a la intemperie. Hace 100 años se erigían imponentes junto al estanque, y así siguen sus copias. Los originales se llevaron al Taller de Cantería para protegerlos. Igual que la estatua de Concepción Arenal. Su copia está en el parque del Oeste, pero la original también sufre el paso del tiempo.
"La piedra meteoriza, se degrada depende de los componentes que tengan y elementos de forja sufren una oxidación que acaba destruyendo por completo esas piezas", afirma el arqueólogo Carlos Cortés sobre elementos de forja como la Puerta del Río de la Casa de Campo, allí, solo quedan las vigas. Lo que falta también está en el taller de Cantería, igual que varios restos arqueológicos de la ciudad que no han encontrado el cuidado que merecen.
"El Ayuntamiento de París por ejemplo tiene una nave histórica, una nave protegida en la que guarda las piezas originales que tiene que sustituye" asegura Alberto Tellería. En Madrid, en cambio, esperan un mejor destino allí tiradas. El Ayuntamiento quiere buscar una solución porque sin una protección adecuada, acabarán perdiéndose para siempre.
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Las causas Bien por alguna tragedia o por elementos naturales, e incluso por la contaminación, muchos monumentos necesitan pasar por restauración para recuperar el brillo perdido.