Su misión es salvar el mundo de las fuerzas del mal pero también de los prejuicios. Porque el nuevo personaje estrella de la factoría Marvel es mujer, pakistaní y musulmana. Un auténtico hito en una industria en la que hasta ahora los poderes solo estaban reservados para los superhombres americanos.

La historia de Kamala Khan se inspira en las vivencias de su propia creadora y sus dificultades como mujer musulmana en Estados Unidos. Una historia que ha entusiasmado a miles de lectoras de comics americanas.

Al otro lado del océano otra heroína de comic también está cambiando esquemas en Egipto. Es la justiciera del Hijab y su misión es luchar contra el machismo y al acoso a las mujeres. Sus aventuras se han convertido en un éxito viral rompiendo con la imagen de una mujer musulmana débil, reprimida y sumisa.

En 2007 la iraní Marjane Satrapí también llevó al cine su particular historia de lucha contra el fundamentalismo religioso durante el Irán de los talibanes. La cinta fue nominada como mejor película animada en los Òscar y cambió la imagen que hasta el momento existía de la mujer iraní.

Wadja es la protagonista de la Bicicleta Verde, otro hito cinematográfico no solo por el tema que aborda sino por tratarse de la primera película dirigida por una mujer en Arabia Saudí.

Personajes de ficción que hablan de mujeres muy reales. Ya sean anónimas como aquellas que desafían las bárbaras leyes saudíes que ni siquiera las dejan conducir o mundialmente conocidas como la propia Malala que a punto estuvo de dar su propia vida por su derecho a aprender.

Ellas son las auténticas heroínas, muchas más de las que aparecen en los comic, pero con un mismo superpoder: la convicción de luchar por un mundo más justo para las mujeres.