Si esta imágen les parece vertiginosa, imagínense poder sentirlo bajo sus propios pies. En el Mont Blanc acaban de estrenar este terrorífico cubo de vidrio. Suspendidos a más de 3.800 metros de altura, ofrece a sus visitantes unas vistas no aptas para cardíacos.

No es el único mirador preparado para levitar. Sentir que caminamos por encima del Gran Cañón del Colorado es posible gracias a esta estructura de acero, que aunque soporta 70 toneladas, algunos se resisten a soltarse de la barandilla, por si acaso.

Sólo los más osados habrán podido contemplar el increíble Skyline de Chicago desde el piso 103 de la Torre Sears. Este rascacielos en Shanghai, un glaciar en Canadá y un riesgo añadido en Macao. Allí no tienen vallas, así que hay que caminar con un arnés.