"Lo encontramos entre otros objetos de segunda mano donados", relató Dylan Lippert, el responsable de ventas electrónicas de esta tienda en Tacoma, en el estado de Washington, en el oeste del país.

La tienda, que forma parte de la red solidaria Goodwill, subastará en las próximas horas en la red la enigmática donación y espera recaudar unos 20.000 dólares que se destinarán a la inserción laboral de una decena de personas con discapacidades. "Y no sabemos por qué fue donado entre otros objetos de segunda mano y no directamente", cuenta por teléfono Lippert, todavía sorprendido.

A primera vista los trabajadores de la tienda hablaron de lo "fea" que era esa obra. "¿Qué es esto? ¿Y por qué alguien lo querría?", llegó a comentar uno de los empleados. Pero el director de la tienda y la experta en donaciones de arte sospecharon: conocían la obra del pintor catalán y quedaron "muy impactados y emocionados por el valor potencial de esa pieza, si se confirmaba".

La empresa descubrió un certificado de autenticidad dentro del marco y contrató a un experto, que lo confirmó, descartó que el grabado fuera robado y aseguró que es uno de los 150 originales de una serie numerada de Dalí. La entidad mantuvo durante días el hallazgo en secreto, por si alguien hubiera hecho la donación por error, pero con el tiempo lo descartaron: se trataba en efecto de una donación anónima de una obra de uno de los genios del surrealismo.

Es una obra que combina grabado y litografía, con elementos puramente dalinianos, incluida una mano coloreada que luce en la muñeca un reloj blando, indiscutible figura del mundo surrealista del pintor catalán. Según la web de subastas, la obra está firmada por Dalí, forma parte de "Los Ciclos de la Vida: Reflejos" y está numerada como el 126 de una serie de 150 ejemplares originales.

La pieza subastada incluye el certificado de autenticidad emitido originalmente por una antigua galería californiana, Robert Sills Gallery, y advierte de ciertas zonas descoloridas y con rasguños a causa de la humedad y el paso del tiempo. La mayoría de las obras de arte que llega a las manos de esta entidad se vende en las propias tiendas, pero esta vez optaron por internet (shopgoodwill.com) para multiplicar las ofertas y buscar una cifra alta acorde con el caché del artista.

En la tienda sin afán de lucro, repleta de cubos de plástico con ropa usada de todas las tallas, bicis viejas y vinilos de tercera mano, la mayoría de los empleados no conocía ni la obra de Dalí ni sus excentricidades con bigote puntiagudo.

Pero, tras la subasta de esta obra, Dalí se vinculará a la más cuantiosa donación hecha hasta ahora en la tienda. Y la más surrealista.