Recubierto por una malla, con la cúpula desmochada y su interior destrozado. Ese es el desolador estado actual del Palacio de Bellas Artes de Donostia, una situación que ha llevado al Comité Nacional del ICOMOS (Consejo Internacional de Monumentos y Sitios) a declarar una alerta internacional para salvarlo. Es la primera vez que se lanza una alarma así en España.

Dicha organización consultora de la Unesco tiene el poder de influir para que el Peine del Viento de Chillida no sea declarado Patrimonio de la Humanidad, aunque no sea porque consideren que no lo merezca. Para Fernando Espinosa de los Monteros, miembro experto del ICOMOS, "es un poco incompatible que una ciudad pida que algo se proteja como patrimonio mundial cuando no protege su patrimonio".

No es la primera vez que la entidad se preocupa por el estado del Palacio de Bellas Artes, que en 1914 se convirtió en el primer cine de España. En 2014, un particular lo compró e intentó demolerlo, pero la movilización ciudadana logró frenar su destrucción.

Entonces, laSexta ya habló con este especialista del ICOMOS, que aseguró que les habían prometido que el edificio sería calificado como bien de interés cultural, un título que llegó a tener en 2015, pero que el Tribunal Supremo acabo retirándole tras la apelación de la empresa propietaria calificándolo de "ruina económica".

El Gobierno vasco se ampara en esta sentencia, pero las asociaciones patrimoniales creen que detrás hay otras razones, como el "temor a tener que costear una restauración", según explica Alberto Fernández, miembro de la plataforma cívica Áncora.

Actualmente, el edificio tiene la mínima protección, que solo obliga al propietario a mantener la fachada delantera.

"El edificio está en absoluto riesgo de ser demolido", explica Fernando Espinosa de los Monteros, "es ahí cuando volvemos a intervenir y presentamos una alerta internacional ya muy seria".