Ha llegado el día. Después de Artemis I (y antes de la III), es el turno de la misión Artemis II. La segunda misión de la NASA para llegar a la Luna tiene fecha aproximada, tiene expectativas y tiene traje diseñado. Y desde este lunes, también tripulación: la NASA y la Agencia Espacial Canadiense (CSA, por sus siglas en inglés) han anunciado los nombres de los cuatro astronautas que formarán parte de la misión y que, previsiblemente el próximo año, viajarán hacia la Luna para, más tarde, pisarla más de medio siglo después de que se hiciera la última vez.

Se trata de los estadounidenses Gregory R Wiseman, como comandante, el afroamericano Víctor J. Glover como piloto, y los especialistas de misión Christina Koch, también de la NASA, y Jeremy Hansen, este último astronauta de la CSA (Canadian Space Agency). Canadá es un socio destacado de la NASA en el desarrollo del programa Artemis.

En un acto celebrado en el Campo Ellington del Centro Espacial Johnson de la NASA en Houston (Texas), se han conocido los nombres de estos cuatro tripulantes espaciales: la tripulación estará formada por tres miembros de la NASA y uno de la CSA, poniendo "de manifiesto las sólidas alianzas internacionales de la agencia y la alianza global que explora el espacio profundo en beneficio de la humanidad en el marco de Artemis", en palabras de la NASA.

La misión Artemis II llega después de la exitosa prueba de vuelo Artemis I, que lanzó una nave Orión sin tripulación, montada sobre el cohete SLS, en un viaje de unos 2,25 millones de kilómetros alrededor de la Luna para "probar los sistemas antes de que los astronautas vuelen a bordo de los sistemas en una misión a la Luna", según la NASA.

Artemis II es la primera misión tripulada a bordo de las infraestructuras fundamentales de la NASA para la exploración del espacio profundo con seres humanos: el cohete Sistema de Lanzamiento Espacial (SLS, por sus siglas en inglés), la nave Orión y los sistemas terrestres necesarios para su lanzamiento.

La misión, que durará unos diez días, pondrá a prueba los sistemas de soporte vital de la nave Orión para demostrar las capacidades y técnicas necesarias para vivir y trabajar en el espacio profundo de un modo que solo los humanos pueden hacer. Los planes de la NASA pasan por enviar la Artemis II en 2024 y al año siguiente la Artemis III, en la que los astronautas tocarían el suelo del satélite por primera vez desde 1972, cuando lo hicieron los enviados a la Luna con la misión Apolo XVII.