El reciclaje de papel, vidrio y plástico es muy importante
para el medio ambiente, pero hay otros productos de uso diario, como electrodomésticos,
ordenadores o cables, que están llenos
de metales y de plásticos.
"Tiene que ir a un punto limpio, cuando no sean envases,
papel y cartón ni vidrio, porque a partir de ahí les damos su segunda
vida", explica Alicia García-Franco, directora general de la Federación Española
de Recuperación y Reciclaje.
Una segunda vida que empieza en la trituradora. Ahí se
separan los componentes de estos aparatos. Aluminio, cobre, níquel... los
metales se reutilizan de forma infinita sin necesidad de extraerlos de la
naturaleza. "Hoy en día, la principal mina es el reciclaje, de donde sacamos
todos los materiales férricos y no férricos", señala Ion Olaeta, director
general del 'Grupo Otua'.
Además de evitar que metales pesados como el plomo o el
azufre acaben contaminando la naturaleza, su recuperación es económicamente muy
rentable. "El coste de tratar un material virgen de minería contra uno
reciclado, un 50% u 80% superior", asegura Olaeta.
El coche es uno de los productos estrella del reciclaje. Dicen
que es como el cerdo, que de él se aprovecha todo. Hasta el 95% de un coche se
recicla obteniendo productos como cristal, hierro, caucho y aluminio.
El 70% de los ordenadores que desechamos funcionan y las
piezas del 30% restante son reutilizables. "Llevan metales nobles, oro y latón",
explica Jorge Calvo, export manager de 'Hidroeuropa'. Lo que no va a los
contenedores de colores tiene, en los puntos limpios, más de una vida.